jueves, 25 de febrero de 2010

EL AYE AYE, UN ANIMAL EN PELIGRO DE EXTINCIÓN POR SER FEO.
Es un estrepsirrino endémico de Madagascar, emparentado con los lemures. Su estrafalaria apariencia hace que se le considere el principal responsable del origen de la palabra "lémur", que quiere decir en latín "espíritu nocturno".
Se alimentan de larvas de insectos que encuentran bajo la corteza de los árboles, localizándolas mediante golpes rítmicos sobre la corteza.
El pelaje es largo en todo el cuerpo, especialmente en la cola, razón por la que el aye-aye fue clasificado inicialmente como una extraña ardilla cuando se descubrió. El color del pelaje es totalmente negro salvo en la cara, donde se aclara hasta ser blanquecino. Ocasionalmente se dan individuos pardos. Los adultos alcanzan el tamaño aproximado de un gato doméstico, con 40 centímetros de la cabeza a la cola y otros 55 de longitud total de ésta. Además de sus amplias orejas, en su cabeza destacan también sus ojos, grandes y amarillos, típicos del animal nocturno que es. El olfato también es bastante fino.
El folklore malgache considera al aye-aye una criatura mágica. Se dice que si apunta a una persona con su tercer dedo, ésta muere poco después de una forma repentina y horrible.

AYE AYE COMIENDO


El Clione limacina también conocido como ángel de mar es un molusco casi transparente que a pesar de pertenecer a los gasterópodos, el mismo orden que los caracoles por poner un ejemplo, carece de caparazón y el pie característico en sus primos los caracoles y babosas de tierra se ha transformado en unas pequeñas "alas" que le confieren un aspecto delicado que recuerda a un ángel. Sin embargo nada mas lejos de la realidad el clione es un voraz depredador que cuando detecta a su presa proyecta sus seis tentáculos en forma de gancho desde su cabeza, con los que inmoviliza a su víctima, es este caso una especie cercanamente emparentada el Limacina helicina o "mariposa marina" a la que desprende de su concha para devorarla.
La Araña más Grande de Oriente Medio


Científicos de la Universidad de Haifa descubrieron recientemente la que se considera hasta la fecha la araña más grande de Oriente Medio. El arácnido en cuestión puede alcanzar los 14 centímetros, un tamaño similar al de la rata común, es de hábitos nocturnos y se esconde de los rayos del Sol y sus depredadores dentro de guaridas que ella misma excava, las cuales están cubiertas por una especie de puerta pegajosa a la que fija arena y otras partículas, con las que camufla su escondite. Este escondite le sirve además para sorprender a sus presas.

Su habitat natural está en grave peligro pues las Arenas de Samar es la última zona de dunas que quedan en la región de Arava, antiguamente este habitat único se extendía a lo largo de siete kilómetros cuadrados, pero debido a la agricultura y las canteras de arena, las dunas se han reducido a tan sólo tres kilómetros cuadrados.

Perteneciente a la familia de las 'Cerbalus genus', fue encontrada en las dunas de la región de Arava y bautizada como Cerbalus Aravensis en honor a su lugar de origen. El imponente arácnido parece tener especial afinidad por los meses más calurosos del año, en los que se muestra especialmente activa, aún así se la puede definir como una especie nocturna que pasa la mayor parte del tiempo escondida bajo tierra a la espera de presas. Científicos israelíes de la Universidad de Haifa no pueden ofrecer datos exactos de la población de estas arañas, sin embargo afirman que la pérdida de habitat llevará a su extinción en un corto plazo de tiempo si no se toman medidas y hacen el siguiente llamamiento:

La hembra mide hasta 35 mm con las patas extendidas, es de color negro carbón brillante y posee una mancha de color rojo y forma de reloj de arena en la cara inferior del abdomen. El macho mide 12 mm y pesa 30 veces menos. Las patas son grandes y cada empalme es marrón anaranjado en el medio y negro en los extremos. En los lados del abdomen hay cuatro pares de rayas rojas y blancas. La combinación de colores rojos y negros se interpreta como una coloración de advertencia.Las crías jóvenes son anaranjadas, marrones y blancas; adquieren su color negro con la edad, o con cada muda.

Su hábitat es terrestre, suele vivir cerca de la tierra y en puntos abrigados y oscuros. Sin embargo, también prepara sus cuevas sobre plantas. La tela de la viuda se puede encontrar en hendiduras debajo de piedras, en plantas, en grietas o agujeros, en terraplenes de suciedad y en graneros. Pueden también encontrarse en los asientos al aire libre, debajo de virutas de madera, alrededor de materiales apilados, madrigueras abandonadas o agujeros de roedores, incluso en parras de uva.

Las viudas negras no son agresivas y no tienen el instinto de morder; son tímidas, sedentarias, solitarias, caníbales y nocturnas. La única vida social que muestran es al aparearse. Reciben el nombre de viuda negra, porque generalmente se comen al macho después del apareamiento, aunque a veces el macho escapa y logra aparearse de nuevo; pero generalmente el macho se queda en la tela de la hembra para servirle de alimento y asegurar una buena puesta.

Son carnívoras. Se alimentan habitualmente de insectos; sin embargo, también se alimentan de chinches de madera y otros arácnidos.

Se considera que el veneno de estas arañas es 15 veces más tóxico que una serpiente de cascabel. Su veneno es neurotóxico, lo que significa que bloquea la transmisión de impulsos nerviosos, paralizando el sistema nervioso central y produciendo dolores musculares intensos. Además uno de los efectos colaterales del veneno es la producción de prolongadas erecciones en los pacientes varones (priapismo). Si la viuda negra es presionada contra la piel humana, reacciona naturalmente mordiendo para su defensa. El ser humano mordido sufre de una rigidez dolorosa en los músculos abdominales. Aunque el veneno de esta araña es peligroso, raramente llega a ser fatal. Si es correcta y puntualmente tratada, la víctima se recupera totalmente. La mordedura de una viuda negra es distinguida por una herida doble. Los niños y los adultos que no están en buenas condiciones físicas sufren más la mordedura pudiendo tener en estos casos consecuencias fatales.